domingo, 12 de junio de 2011

En algún lugar de mi conciencia, atesoro tan sólo el espacio equivalente a un vagón en una locomotora sin raíles.

Un paso a nivel me descoordina los vaivenes y evita con esmero que me agite demasiado.

Y discurre este vagón entre penumbras y carece la estructura de butacas.

Se desliza quedo y mudo por las vías

y estas vías se derraman por mis sienes.

Me atraviesan eficaces, abriéndome hendiduras.

Me descosen los nervios y yo mientras...

la observo proceder de un modo manso.

"Ya no compré el billete" (por si acaso)

Todavía...

necesito gritar de vez en cuando...

Casi...

querría vivir, si no es molestia...

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