miércoles, 23 de junio de 2010

Aspiras. Expiras. Inspiras. Respiras. Transpiras.

Todo un ejercicio mantenerse consciente. Evacuas el insomnio. Cotejas el dolor propio con el ajeno y la ecuación procura dividendos equívocos. Te miras la piel preguntándote si resistirá otro rayo de sol sin quebrarse. Otra embestida externa. Otro amanecer en ascuas.

Decides que no. que ya es bastante. Que ya has muerto demasiadas veces. Que hoy es hoy y que no quieres compartir el sarcófago con nadie.

"El sueño de la razón produce monstruos". La sinrazón de dormir en desventaja te induce pesadillas.

En cualquier caso no estás solo. Entre tú y el próximo ocaso se agita un espejismo pleno de dudas y hambriento de posibilidades.

3 comentarios:

  1. Eso de compartir sarcógagos o ataudes...que lo haga otro, ¿verdad?, además hasta el próximo ocaso te queda mucho por hacer, como seguir escribiendo así de bien

    ResponderEliminar
  2. Mañana será otro día, el sol encontrará una rendija por dónde salir hacia la piel.

    ResponderEliminar
  3. Ciertos cuadros te producen una sensación de desasosiego, como si estuvieran hechos con jirones de desesperación. Goya era un tipo atormentado y sabía de eso. Cada cual tenemos nuestros monstruos.

    Saludos

    ResponderEliminar