miércoles, 16 de junio de 2010

La válvula que succiona a intervalos mantiene un flujo permanente desde hace un buen rato. El artesonado cerebral de pensamientos se desplaza acorde a lo previsto sin atascar ninguna tubería importante. Fluye. Funciona. Siento mi sangre, mis nudos, mis arterias licuándote despacio. El aluvión de fluidos se despereza. Disculpan, amables, tu presencia y delicadamente tuercen a la derecha en el siguiente vaso sanguíneo. se acostumbran mis entrañas a pasearte. Todo tú, armazón desvencijado, entramado de vértebras insomne, turista apresurado en sucesivo desplazamiento por los huecos. Te vacío, te mezco, te acompaño, te observo en mi interior y me sonrío.

En el rincón izquierdo de mi cuerpo, de vez en cuando ocurren tantas cosas...

2 comentarios:

  1. Joé, Pandora, buena clase de anatomía. No te quiero contar cuando nos digas lo que ocurre en el rincón derecho.

    Besos.

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  2. Bueno, ¿para que buscar un esqueleto si tenemos uno que nos cuenta como funciona?. Buena lección de anatomía.

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