martes, 11 de mayo de 2010

SIMBIOSIS

Hay un armazón hendido por espadas. Cemento, hierro.. un engendro sin piel que respira, oscuro, ingrato, los abiertos arañazos sangrando fuel.

Rodeado por un débil engranaje metálico que le escala los flancos, los peldaños se alinean oxidados y distantes de modo irregular. Hubo un día en que existió, estuvo vivo, poblado como los lugares que la gente evita conocer.

A un paso largo de mis cejas y quedo de tus lamentos, el esqueleto estremecido agoniza, no hay fé, esperanza ni indulto para el paisaje y la máquina sigue generando, a pesar suyo el extraño combustible del afecto.

Tiemblan los resortes, los ejes, las poleas anclando el negro caparazón a los cimientos, girando..girando..empujando..ansiando respirar..gimen exhaustos los esquemas que mantienen unido el fuselaje.

4 comentarios:

  1. Y digo yo, pos que siga funcionando esa máquina que tienes por musa, que no decaiga la revolución industrial en tus palabras.

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  2. Me emociona que te llegue, porque cuando lo leí al poner me parecía bastante surrealista. Besos.

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